Por encima de las estrellas
A lo largo de la historia, se ha tenido curiosidad a cerca de lo que está por venir y la manera en la que se debe conducir, visiones lógicamente alejadas del conocimiento de la palabra. Desde los tiempos de Daniel, su libro relata que existían magos y astrólogos que daban la interpretación de sueños y del futuro, referente al "poder" de los astros; igualmente mostrado en el libro de Isaías como una costumbre del pueblo de Babilonia, descifrando lo que vendría sobre ellos, a fin de en todas las referencias encontrándolas como estrellas sin poder, con el principal propósito de indicar estaciones y señales (Génesis 1:14) y que aún con la historia del universo que cuentan, el señor indica que no es conveniente meterse en esos asuntos, ni poner por encima de su palabra cualquier habilidad foránea.
Actualmente aún se ha recurrido a la luna, el sol y las estrellas, colocándolas sobre el poder de Dios, buscando identificación por la influencia que ejercen y claudicando entre dos pensamientos (1 Reyes 18:21-38) ciertamente de deshonra hacia un Dios verdadero y celoso de sus hijos.