Resguarda
Desde pequeños hemos aprendido que es relevante el tener relaciones de amistad, convivir con otras personas y aceptarlas tal cual son; esa necesidad de pertenencia en grupos sociales, como sabemos es parte de nuestra naturaleza humana y es precisamente Dios quien nos manda a amar a aquellos que están más cerca de nosotros y a en lo posible, estar en paz con todos (Romanos 12:18), teniendo una comunicación eficaz, siendo comprensivos y mostrando el amor de Cristo.
Conocemos que el crecer duele, refiriéndome que al hacerlo se sufren diversos cambios y es principalmente estando en Cristo, que se nos exhorta a resguardar nuestra integridad espiritual y física.
Se habla mucho de ésta generación, de todo a lo que nos vemos expuestos y el como el acceso a la información (principalmente mala) toma una tendencia hacia la perdición moral y sexual, algo que se nos ha sido avisado mediante el segundo libro de Timoteo, el cual afirma que los tiempos serán difíciles y estaremos rodeados de gente más mala.
Afortunadamente contamos con un padre que nos ama y guía por el mejor camino, alejándonos de malas compañías (1Cor15:33) y el amor hacia lo que el mundo ofrece (1Juan 2:15-16) ya que no es algo que provenga de Él ni en lo que su amor se vea manifestado (1Juan 5:19) previéndonos amorosamente de aquellos que aún viendo sus grandezas, han decidido hacer lo malo y en ver a otros igualmente caer, encuentran complacencia. (Romanos 1:18-32)